El amaranto es un pseudocereal presente casi en todo el planeta, sin embargo, no todas las variedades, que son muchísimas, son comestibles. Entre las aptas para la producción de grano, las comestibles y más utilizadas son Aamaranthus cruentus, Amaranthus caudatus y Amaranthus hypochondriacus. Tanto por razones climáticas como por una mayor predisposición a la recolección mecanizada, el Amaranthus cruentus es la más adecuada para el cultivo en Europa. El amaranto es un excelente alimento, con un alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales que lo convierten en un producto con sorprendentes cualidades. Es particularmente rico en lisina, un aminoácido esencial para el cuerpo humano y normalmente escaso en los cereales. Las semillas de amaranto se pueden utilizar para hacer harinas y es ideal para productos sin gluten porque, a diferencia de la mayoría de los productos sin gluten, tiene una excelente capacidad aglutinadora. El potencial del amaranto no se limita al uso alimentario, de hecho, el aceite de amaranto es muy buscado en cosmética y farmacia, ya que es rico en escualeno, lo que lo hace excelente para la piel humana incluso en el tratamiento de trastornos como la psoriasis, la dermatitis atópica y el acné.
Desde el punto de vista agronómico, su ciclo fenológico es similar al de un cereal de primavera, que se recolecta en agosto-septiembre. Después de la cosecha, la semilla se puede utilizar para hacer harina (uso principal), copos, cerveza, sopas o exprimir para extraer aceite.
Además de las muchas cualidades nutritivas, el amaranto, con su intenso color, ofrece un hermoso espectáculo desde el punto de vista paisajístico, tanto que en el pasado se usaba como ornamental en los jardines de los nobles europeos.
El amaranto es un pseudocereal presente casi en todo el planeta, sin embargo, no todas las variedades, que son muchísimas, son comestibles. Entre las aptas para la producción de grano, las comestibles y más utilizadas son Aamaranthus cruentus, Amaranthus caudatus y Amaranthus hypochondriacus. Tanto por razones climáticas como por una mayor predisposición a la recolección mecanizada, el Amaranthus cruentus es la más adecuada para el cultivo en Europa. El amaranto es un excelente alimento, con un alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales que lo convierten en un producto con sorprendentes cualidades. Es particularmente rico en lisina, un aminoácido esencial para el cuerpo humano y normalmente escaso en los cereales. Las semillas de amaranto se pueden utilizar para hacer harinas y es ideal para productos sin gluten porque, a diferencia de la mayoría de los productos sin gluten, tiene una excelente capacidad aglutinadora. El potencial del amaranto no se limita al uso alimentario, de hecho, el aceite de amaranto es muy buscado en cosmética y farmacia, ya que es rico en escualeno, lo que lo hace excelente para la piel humana incluso en el tratamiento de trastornos como la psoriasis, la dermatitis atópica y el acné.
Desde el punto de vista agronómico, su ciclo fenológico es similar al de un cereal de primavera, que se recolecta en agosto-septiembre. Después de la cosecha, la semilla se puede utilizar para hacer harina (uso principal), copos, cerveza, sopas o exprimir para extraer aceite.
Además de las muchas cualidades nutritivas, el amaranto, con su intenso color, ofrece un hermoso espectáculo desde el punto de vista paisajístico, tanto que en el pasado se usaba como ornamental en los jardines de los nobles europeos.