Guía para el cultivo de quinoa
PREPARACIÓN DEL SUELO
El suelo se puede preparar realizando las mismas operaciones que para el trigo y tratando de refinarlo con precisión para crear un lecho de cultivo ideal. No se recomiendan suelos que tiendan a formar una costra superficial, porque al ser una semilla muy pequeña, podría tener dificultades para emerger, ni suelos excesivamente arenosos que provocarían estrés a la planta con la llegada del calor estival, salvo que se decida regar de manera abundante el cultivo. En presiembra utilizar el mismo abono que se aplica al cereal.
PERÍODO DE SIEMBRA
La época ideal de siembra es (a grandes rasgos) desde mediados de febrero hasta finales de marzo/principios de abril en el centro-sur de Europa, a partir de en las zonas más meridionales: Andalucía, Sicilia, sur de Grecia, etc. En el centro-norte de Europa se puede sembrar (en general) a partir de mediados de marzo, hasta mayo. Obviamente hay que considerar las condiciones climáticas y del suelo. Es importante tener en cuenta que grandes heladas en una fase muy temprana pueden causar daños a la planta, aunque en realidad, durante las heladas tardías en Italia en 2017 y en 2021, cuando el termómetro alcanzó los -6 °C el 7 de abril en Italia no encontramos este tipo de problema. Una siembra demasiado tardía puede causar dificultades en la fase de emergencia por la falta de lluvias y, sobre todo, un retraso en la maduración y por tanto dificultad en el secado especialmente en altitudes y latitudes más altas (las variedades propuestas por Tuttoquinoa tienen un ciclo de unos 120/150 días). Además, una siembra tardía puede tener efectos negativos en caso de ataques de áltica, parásito que tiende a actuar con el aumento de las temperaturas, ya que las plantas estarían afectadas en una fase de emergencia, causando daños incluso graves. Si el áltica agrede a la planta a partir de la etapa de 4-6 hojas verdaderas, no causa daños importantes, excepto agujerear las hojas. Con una siembra demasiado tardía hay riesgo de someter a la planta a temperaturas superiores a los 30 °C durante la plena floración (que para las variedades propuestas por Tuttoquinoa ocurre después de 40/60 días desde la emergencia), lo que podría causar dificultades en esta fase.
SIEMBRA
La siembra se puede hacer con diferentes técnicas. Es posible realizar siembras con sembradora monograno, con microgranulador, con sembradora de cereal o al voleo, esto último significa que las plantas pueden distribuirse uniformemente en el suelo y pueden competir con las malas hierbas. La cantidad de semilla por hectárea si es al voleo o con sembradora de cereal será de unos 10 kg, con microgranulador es posible reducir la cantidad de semillas en un 30%-40% con sembradora monograno se puede ahorrar más de un 50% de semilla. Algunas empresas utilizan la técnica de fila continua con una sembradora de trigo utilizando la misma cantidad de semilla necesaria para siembra a voleo, aunque para el manejo de malezas es la técnica más arriesgada.
Siembra con sembradora monograno o microgranulador: Esta es sin duda la técnica más adecuada para la quinoa. La distancia entre hileras recomendada es de 45/50 cm, si se dispone de maquinaria para la eliminación de malas hierbas capaz de trabajar a distancias menores, se puede reducir la distancia entre hileras. En hilera se puede sembrar con una densidad muy alta (se recomienda usar el microgranulador porque las semillas de quinoa sueltan un polvo que tiende a obstruir los agujeros de los discos sembradores). Este tipo de siembra, tanto con monograno como con microgranulador facilitará la eliminación de malas hierbas recurriendo a una escarda mecánica. Si se dispone de equipos para el cultivo de maíz y girasol (sembradora y deshierbadora) con distancia de 75 cm entre hileras, se pueden utilizar reduciendo ligeramente la cantidad de semillas por hectárea, en este caso puede ser necesario un doble deshierbe y la planta puede tender a ramificar.
Siembra al voleo: El voleo es, en nuestra opinión, una de las técnicas que se puede utilizar en suelos que no presentan una especial complejidad en cuanto a la presencia de malezas. La siembra al voleo no significa sembrar con abonadora, sino sembrar con sembradora de cereal, desmontando los tubos que conducen la semilla al disco, para que esta caiga de manera irregular. Esto asegura que las plantas cubran el suelo de manera uniforme, evitando el espacio entre una fila y otra, que es donde surgen las malas hierbas. Es recomendable pasar un rodillo antes de sembrar para evitar que la semilla se hunda demasiado.
Siembra con sembradora de trigo: Con la técnica utilizada para el trigo, las malas hierbas serán menos agresivas que con una entrelínea de 45 cm, pero no será posible intervenir mecánicamente para eliminarlas, por lo que en caso de presencia masiva podrían afectar el cultivo. En general no recomendamos utilizar esta técnica.
Al ser la quinoa una semilla pequeña, independientemente de la técnica de siembra, debe permanecer en la superficie a una profundidad máxima 2 cm.
En cualquier caso, se recomienda la siembra con monograno o microgranulador, lo que garantiza importantes ventajas: ahorro en la cantidad de semilla, mayor uniformidad en emergencias puesto que permite controlar la profundidad de siembra y la posibilidad de realizar un deshierbe para la eliminación de malas hierbas..
(Para más detalles e información más precisa sobre la siembra y el abonado, lea este artículo => ‘Siembra de la quinoa, ¿cómo y cuándo? Estos son nuestros consejos’)
IRRIGACIÓN
La quinoa no tiene necesidades hídricas especiales, en años particularmente secos la posibilidad de riego de emergencia puede dar mayores garantías y producción. En años con precipitaciones “normales” se ha notado diferencia en producción de grano entre regadío y secano, solo en el extremo sur de Europa.
FERTILIZACIÓN
La quinoa es una planta muy sensible a la fertilización, por lo que es necesario abonar generosamente para obtener un buen resultado. En agricultura ecológica se recomienda una fertilización orgánica con alto contenido en fósforo y sustancias orgánicas en presiembra, abonos foliares y bioestimulantes posteriormente. En agricultura convencional, una buena fertilización fosfórica en presiembra, similar a la que se realiza en trigo (fosfato diamónico), y una o dos fertilizaciones nitrogenadas, para un total de al menos 100 unidades de nitrógeno en cobertera. El potasio también es importante, sobre todo cuando la planta tiene un vigor excesivo; de hecho, una carencia de potasio podría favorecer el acame.
MANEJO DE MALEZAS
Como no existe un herbicida registrado para la quinoa, el único método para combatir las malezas es el deshierbe mecánico, posible sólo en caso de siembra de precisión. De lo contrario, las malezas se pueden combatir sólo con falsa siembra.
ADVERSIDADES
Plagas e insectos: Hasta ahora, en el centro y sur de Europa, el áltica ha representado el mayor problema. Sin embargo, si la planta es atacada cuando ya está en una fase vegetativa avanzada (4-6 hojas verdaderas), el daño es limitado (agujeros en las hojas). Si el ataque se produce en la primera fase de desarrollo, el daño puede ser grave, especialmente si ocurre con una sequía acentuada que frena el desarrollo de la planta. También por este motivo, como ya se ha comentado, conviene no retrasar demasiado la siembra. Otro problema pueden ser las chinches y pulgones que atacan las semillas directamente sobre la planta. También la Cassida viridis, en casos excepcionales, puede suponer una amenaza.
Enfermedades: La quinoa es sensible al mildiu (a excepción de algunas variedades tolerantes). Hasta la fecha hemos encontrado pocos problemas en el centro-sur de Europa pero en Sudamérica se han sufrido ataques importantes de este hongo. Normalmente, el mildiu que afecta a la quinoa es de origen diferente al que ataca a la vid, se detiene en las hojas basales y tiende a desaparecer con los primeros calores sin causar daños graves.
Tratamientos fitosanitarios:No existen productos fitosanitarios registrados para la quinoa, por lo que no es posible realizar tratamientos. El polvo de basalto puede ser útil contra los ataques de áltica.
Ungulados:No causan problemas porque no les atrae este cultivo
COSECHA
El ciclo fenológico de estas variedades ronda los 120-150 días y puede variar según las estaciones y según la época de siembra. La cosecha se puede hacer con una cosechadora de granos con tamiz de alfalfa o trébol. Es importante que el control de malezas se realice de manera profesional para evitar la presencia de impurezas excesivas y semillas extrañas, pero sobre todo para no traer humedad. La quinoa tiene una maduración gradual, normalmente su humedad en el momento de la cosecha ronda el 15%-16%, de todas formas, como se recolecta en un período aún caluroso es fácil bajar su humedad a un nivel inferior al 12% de forma natural (manteniendo la semilla en lugar seco y ventilado durante unos días). Una humedad más baja a la hora de la cosecha provocaría una pérdida excesiva de semilla. Es fundamental secar la quinoa rápidamente después de la cosecha. Una buena opción para solucionar los problemas de humedad puede ser la siega de la planta y la posterior trilla con un cabezal pick-up, después de que la planta y las malas hierbas se hayan secado en el suelo.
IMPORTANTE: Estas directrices se han elaborado sobre la base de las experiencias adquiridas en Italia y España. No representan un modelo a seguir exclusivamente, sino un punto de partida sobre el que hacer valoraciones e inspirarse para mejorar y perfeccionar las técnicas de cultivo.
Guía para el cultivo del teff
PREPARACIÓN DEL SUELO
El suelo se puede preparar realizando las mismas operaciones que para el trigo y tratando de refinarlo con precisión para crear un lecho de cultivo ideal. Como todas las semillas pequeñas (y el teff es de las más pequeñas), no se recomiendan suelos que tiendan a crear una costra superficial ya que al ser diminuta puede tener dificultad para emerger. Es recomendable pasar con rodillo antes de sembrar para evitar que la semilla se profundice demasiado.
PERÍODO DE SIEMBRA
La época de siembra del teff es desde mediados de marzo hasta mediados de mayo para la siembra de primavera. Para siembra de verano o en segunda, la siembra se realiza normalmente a finales de primavera, en este caso la planta obviamente necesita mucha más agua.
Es importante prestar atención a las temperaturas, el teff necesita una temperatura del suelo superior a los 15º y humedad para germinar correctamente.
SIEMBRA
El teff se siembra con una sembradora de trigo clásica (el teff de hecho es un cereal). La cantidad de semilla por hectárea es de unos 10 kg. Su tamaño hace que la siembra sea compleja ya que es necesario mezclar la semilla con material inerte o disponer de sembradoras capaces de sembrar semillas extremadamente pequeñas y en tan pequeñas cantidades. Dadas sus dimensiones, la semilla debe permanecer en la superficie a una profundidad máxima 1 cm.
Siembra al voleo: El voleo con abonadora solo es posible si se dispone de una maquinaria muy avanzada capaz de gestionar cantidades y tamaños de semillas tan reducidos.
IRRIGACIÓN
En cuanto al teff, si se opta para una siembra de verano o en segunda, el riego es fundamental tanto en el momento de la siembra, para facilitar la emergencia de la semilla, como durante todo el ciclo vegetativo, hasta la formación del grano.
FERTILIZACIÓN
En agricultura ecológica, además de la fertilización orgánica básica, se recomienda la fertilización foliar y/o bioestimulantes. En agricultura convencional, se aconseja una fertilización previa a la siembra similar a la que se realiza sobre el trigo. En cobertura se puede intervenir con máximo 50 Kg por hectárea de nitrógeno, puesto que un exceso de nitrógeno puede fomentar el encamado.
MANEJO DE MALEZAS
El teff, si se siembra a una densidad adecuada, es capaz de cubrir muy bien el suelo y sofocar las malas hierbas, en cualquier caso, una intervención con grada de púas flexibles en la fase de macollamiento puede ser útil tanto para eliminar las malas hierbas como para oxigenar las raíces de la planta.
Plagas e insectos: Hasta la fecha, no se han registrado ataques de parásitos o insectos en el centro y sur de Europa.
Enfermedades: En el centro-sur de Europa no se han registrado enfermedades especificas en la planta.
Ungulados: No causan problemas porque no les atrae este cultivo
Tratamientos fitosanitarios: No existen productos fitosanitarios registrados para el teff, por lo tanto, no es posible realizar tratamientos. El polvo de basalto puede ser útil contra los ataques de áltica.
COSECHA
La cosecha se realiza normalmente a los 110/130 días desde la emergencia para siembras de primavera, a los 90/100 días aproximadamente para siembras tardías o en segunda. Se pueden utilizar dos técnicas de recogida:
Clásico: Usando una cosechadora de granos (con tamices adecuados).
Siega y trilla: En veranos especialmente húmedos, en parcelas donde hay malas hierbas (normalmente el teff no tiene problemas de malas hierbas), una excelente opción es segar la planta que no esté completamente seca, y luego trillarla una vez seca (con el calor del verano el tiempo entre la siega i la trilla es muy corto).
IMPORTANTE: Estas directrices se han elaborado sobre la base de la experiencia adquirida en Italia. No representan un modelo a seguir exclusivamente, sino un punto de partida sobre el que hacer valoraciones e inspirarse para mejorar y perfeccionar las técnicas de cultivo.
Guía para el cultivo del amaranto
El suelo se puede preparar realizando las mismas operaciones que para el trigo y tratando de refinarlo con precisión para crear un lecho de cultivo adecuado tratándose de semillas muy pequeñas. No se recomiendan suelos que tiendan a formar una costra superficial puesto que al ser una semilla muy pequeña puede tener dificultad para emerger.
PERÍODO DE SIEMBRA
La época ideal de siembra es desde mediados de marzo hasta mediados de mayo en el centro-sur de Europa y desde mediados de febrero hasta finales de abril en las zonas más meridionales de Europa (Andalucía, Sicilia, sur de Grecia). Es importante prestar atención a las temperaturas, el amaranto necesita una temperatura del suelo superior a 15 ° para germinar bien y no tolera en absoluto las heladas.
SIEMBRA
La siembra de amaranto requiere mucha atención y precisión, ya que la cantidad de semilla requerida es mínima, de 2 a 4 Kg por hectárea según la técnica utilizada. Es posible realizar siembras de precisión, siembras clásicas con sembradora de cereales o siembras al voleo (siempre con sembradora de cereales). La cantidad de semilla por hectárea es de unos 3/4 kg con siembra al voleo o siembra tipo cereal, con siembra de precisión se puede reducir la cantidad hasta un 50% (utilizando el micro granulador). Independientemente de la técnica utilizada, se recomienda pasar con rodillo antes de sembrar para evitar que la semilla se hunda demasiado. Al ser una semilla muy pequeña, debe permanecer en la superficie a una profundidad máxima de 1 cm.
Siembra de precisión: La distancia recomendada entre las filas es de 45-50 cm, mientras que en la fila es posible sembrar incluso con una densidad muy alta. Se recomienda utilizar el microgranulador. La siembra de precisión nos permitirá intervenir con el deshierbe, aunque es importante, sobre todo en agricultura ecológica, hacer una buena preparación del suelo, con una adecuada falsa siembra para reducir al máximo las malas hierbas y evitar que sobrepasen el cultivo. El amaranto, de hecho, después de la emergencia tiene un período de estancamiento de unos 20 días, durante los cuales crece a un ritmo muy lento y podría ser asfixiado por una presencia excesiva de malas hierbas. Si se dispone de equipos para el cultivo de maíz y girasol (sembradora y deshierbadora) con distancia de 75 cm entre hileras, se pueden utilizar reduciendo ligeramente la cantidad de semillas por hectárea, en este caso puede ser necesario un doble deshierbe y la planta puede tender a ramificar.
Siembra con técnica de trigo: Con la sembradora de trigo las malas hierbas serán menos agresivas que con una siembra de precisión, pero no será posible intervenir mecánicamente para eliminarlas, por lo que en caso de presencia masiva podrían sofocar el cultivo. Puede ser necesario mezclar la semilla con material inerte si la sembradora utilizada no puede sembrar cantidades tan pequeñas.
Siembra al voleo: La siembra al voleo no significa sembrar con abonadora (dada la poca cantidad de semilla y su tamaño), sino sembrar con sembradora de cereales desconectando los tubos que llevan la semilla al disco. Nuevamente, puede ser necesario mezclar la semilla con material inerte. Esta técnica consigue que las plantas cubran el suelo de manera uniforme, evitando el espacio entre una hilera y otra (que es donde surgen las malas hierbas).
IRRIGACIÓN
El amaranto no tiene necesidades hídricas especiales, en años particularmente secos la posibilidad de riego de emergencia puede dar mayores garantías y mayor producción de grano.
FERTILIZACIÓN
En la agricultura ecológica, además de la fertilización orgánica básica, se recomiendan fertilizaciones foliares o bioestimulantes. En agricultura convencional, después de una buena fertilización en pre-siembra (50Kg/Ha de N y 100Kg/Ha de P), ninguna otra fertilización de cobertura es necesaria ya que puede tender a ralentizar el ciclo de la planta.
MANEJO DE MALEZAS
Como no existe un herbicida registrado para el amaranto, el único método para combatir las malezas es el deshierbe mecánico, posible sólo en caso de siembra de precisión. De lo contrario, las malezas se pueden combatir sólo con falsa siembra.
ADVERSIDADES
Plagas e insectos: Hasta ahora, en el centro y sur de Europa, el áltica ha sido el único problema, sobre todo en la primera fase.
Enfermedades: En el centro-sur de Europa no se han registrado enfermedades particulares en la planta.
Tratamientos fitosanitarios: No existen productos fitosanitarios registrados para el amaranto, por lo tanto, no es posible realizar tratamientos. El polvo de basalto puede ser útil contra los ataques de áltica.
Ungulados: No causan problemas porque no les atrae este cultivo
La cosecha se puede hacer con una cosechadora de granos, con tamiz de alfalfa o trébol. Es importante que el control de malezas se realice de manera profesional para evitar la presencia de impurezas excesivas y semillas extrañas, pero sobre todo para no traer humedad. El amaranto tiene una maduración gradual, y la planta difícilmente logra secarse completamente antes de la cosecha, por esta razón la planta conserva humedad que se transfiere a la semilla. Si se esperara la maduración completa de todo el panículo, se correría el riesgo de perder demasiada semilla. Es necesario encontrar un equilibrio entre un buen nivel de madurez y una mínima pérdida de semilla. Una vez recolectado, el grano se debe secar, esto se puede hacer de forma natural, esparciéndola en el suelo sobre una plataforma de hormigón (si la cantidad no es excesiva).
IMPORTANTE: Estas directrices se han elaborado sobre la base de la experiencia adquirida en Italia. No representan un modelo a seguir exclusivamente, sino un punto de partida sobre el que hacer valoraciones e inspirarse para mejorar y perfeccionar las técnicas de cultivo.
Guía para el cultivo de chía
PREPARACIÓN DEL SUELO
Para la siembra de chía es necesaria una cama de siembra muy bien preparada y refinada. No se recomiendan suelos que tiendan a crear una costra superficial (al ser una semilla muy pequeña puede tener dificultades para emerger). Es recomendable realizar al menos dos falsas siembras para reducir la competencia de malezas.
La época ideal de siembra es desde mediados de abril hasta mediados de mayo en el centro-norte de españa, desde mediados de marzo hasta finales de abril en el sur. Es importante prestar atención a las temperaturas, la chía no tolera en absoluto el frío ni las heladas.
SIEMBRA
La siembra de chía requiere mucha atención y precisión, ya que la cantidad de semilla necesaria es mínima (de 2 a 7 Kg/Ha dependiendo de la técnica utilizada, el tipo de suelo y la calidad del trabajo de refinamiento previo a la siembra). Se puede realizar siembra de precisión, siembra clásica con sembradora de cereales o siembra al voleo (siempre con sembradora de cereales). La cantidad de semilla por hectárea es de aproximadamente 5-7 kg con siembra al voleo o con siembra al estilo del cereal. Con siembra de precisión (distancia entre hileras 45-50 cm) la cantidad se puede reducir a 2 – 2,5 Kg/Ha (utilizando el microgranulador). Es recomendable pasar con un rodillo antes de sembrar para evitar que la semilla caiga demasiado en profundidad. Al ser una semilla muy pequeña, debe quedar en la superficie (profundidad máxima 1 cm).
Siembra de precisión: La distancia recomendada entre hileras es de 45/50 cm, aunque en la hilera se puede sembrar con una densidad muy alta. Recomendamos utilizar el microgranulador. La siembra de precisión nos permitirá intervenir con el deshierbe, aunque es importante, sobre todo en agricultura ecológica, realizar un buen trabajo de preparación del suelo, con una adecuada falsa siembra para reducir al máximo las malas hierbas y evitar que se apoderen del cultivo. Si sólo se cuenta con equipos para el cultivo de maíz y girasol (sembradora y escarda) con hileras espaciadas 75 cm, se pueden utilizar reduciendo ligeramente la cantidad de semilla por hectárea, en este caso será más difícil combatir las malezas entre las filas.
Siembra con técnica de trigo: Con la sembradora de trigo (una neumática es más adecuada que una mecánica) las malas hierbas serán menos agresivas que con una distancia entre hileras de 45 cm, pero no será posible intervenir mecánicamente para eliminarlas, por lo que en caso de una presencia masiva podrían asfixiar el cultivo. Puede ser necesario mezclar la semilla con material inerte si la sembradora utilizada no es capaz de sembrar cantidades tan pequeñas.
Siembra al voleo: La siembra al voleo no significa sembrar con abonadora (dada la pequeña cantidad de semilla y su tamaño), sino con sembradora de cereales (siempre se recomienda neumática), desacoplando los tubos que conducen la semilla al disco, de modo que la semilla pueda salir cayendo de manera desordenada. Incluso en este caso puede ser necesario mezclar la semilla con material inerte. Esta técnica consigue que las plantas cubran el suelo de manera uniforme, evitando el espacio entre una hilera y otra (que es donde nacen las malas hierbas).
IRRIGACIÓNLa chía no tiene necesidades particulares de agua, en años particularmente secos la posibilidad de riego de emergencia puede dar mayores garantías en años secos.
FERTILIZACIÓN
En agricultura ecológica, además de la fertilización orgánica básica, recomendamos fertilizaciones foliares y bioestimulantes; en agricultura convencional antes de la siembra se aplicarán 40-50 unidades de fósforo (P) y en cobertura con 50-60 unidades de nitrógeno (N), posiblemente aplicado en 2 vecess.
MANEJO DE MALEZAS
Dado que no existe ningún herbicida registrado sobre la chía, el único método para combatir las malas hierbas es el deshierbe mecánico, interviniendo con el deshierbe en el caso de siembra de precisión, de lo contrario las malas hierbas sólo se pueden combatir mediante una falsa siembra.
ADVERSIDADES
Plagas e insectos: En Europa hasta la fecha no se ha detectado ningún parásito. Los caracoles pueden representar una amenaza. Es importante no sembrar chía en campos con presencia de cuscuta, ya que es una planta huésped.
Enfermedades: En Europa no se han registrado enfermedades particulares en la planta.
Tratamientos fitosanitarios: No existen productos fitosanitarios registrados para la chía.
Ungulados: no atraídos por el cultivo
COSECHALa cosecha se puede realizar con cosechadora de cereales (con tamiz de alfalfa o trébol). Es importante que el control de malezas se realice de manera profesional para evitar la presencia de impurezas excesivas y semillas extrañas, pero sobre todo para evitar traer humedad excesiva. La chía tiene una maduración gradual y es difícil que la planta se seque por completo antes de la cosecha, por lo que esto afecta la humedad de la semilla. Una vez recogida la semilla, si está excesivamente húmeda habrá que secarla, esto puede hacerse de forma natural, esparciéndola en el suelo sobre una plataforma de hormigón (si la cantidad no es excesiva), o utilizando secadores de aire.
IMPORTANTE: Estas directrices se han elaborado sobre la base de la experiencia adquirida en Italia. No representan un modelo a seguir exclusivamente, sino un punto de partida sobre el que hacer valoraciones e inspirarse para mejorar y perfeccionar las técnicas de cultivo.