Bolivia: “quinoa real” y más
La “Quinua Real”
Bolivia es el país de la que, desde el punto de vista comercial, puede considerarse la quinoa por excelencia: la “Quinua Real”. En realidad, no se trata de una variedad, sino de una denominación que agrupa unas 50 variedades autóctonas, que se caracterizan por el tamaño de sus semillas (normalmente superior a 2 mm), que es también el principal motivo del éxito comercial. En Bolivia, la Denominación de Origen “Quinoa Real” fue establecida en 2002. Por lo tanto, hablaré de Quinoa Real considerándola erróneamente una variedad. Se cultiva principalmente en el altiplano sur de Bolivia, sobre suelos de alta salinidad (salares) con escasa pluviometría. También se han obtenido en el altiplano central variedades cuyas características son muy cercanas a las de la Quinoa Real. Se caracteriza por una sorprendente capacidad de adaptación a diferentes condiciones edafoclimáticas (con variaciones negativas sustanciales tanto en la producción como en la calidad de la semilla). En general tiene un alto contenido en saponinas, aunque mediante cruces e hibridaciones se intenta mejorar este aspecto que repercute negativamente en los costes de producción y, sobre todo, en el consumo de agua. El color de la semilla de algunas variedades de Quinoa Real puede ser anaranjado, rojo, negro o rosado.
La Quinoa Real es la más solicitada por los mercados internacionales, principalmente USA y UE. Se han realizado ensayos de cultivo con algunas variedades también en Europa a partir de los años 80 y 90, consiguiendo obtener resultados muy alejados de los deseados tanto desde el punto de vista productivo, como del punto de vista del tamaño de las semillas que parecen ser decididamente pequeñas. Esto trae como consecuencia la pérdida del principal factor de diferenciación y del valor agregado de la Quinoa Real.
Si bien la Quinoa Real representa la mayoría de las exportaciones de quinoa boliviana, en este país existen otras variedades fuera de este grupo que tienen mucho éxito, sobre todo a nivel local, y que tienen interesantes características nutricionales. Estas son variedades que se cultivan principalmente en la meseta central, muchas de las cuales son el resultado de mejoras e hibridaciones de variedades de Quinua Real, pero también en el norte donde las variedades autóctonas tienen semillas significativamente más pequeñas.
Podemos concluir diciendo que fuera del territorio nacional boliviano, hablar de quinoa boliviana equivale a hablar de “Quinoa Real” siendo esta última la más conocida y solicitada por los consumidores. En cuanto a quienes se acercan al cultivo de la quinoa, tanto a nivel aficionado como profesional, aconsejo no dejarse atraer por el éxito comercial que tienen muchas de estas variedades. Las variedades de Quinoa Real expresan su potencial en una zona que presenta unas condiciones edafoclimáticas únicas: escasas precipitaciones, climas secos, altitudes elevadas y bajas temperaturas y sobre todo suelos muy salinos (los salares son auténticos desiertos de sal). Estas condiciones son en sí mismas imposibles de encontrar en Europa. Además de este factor, hay un aspecto que a menudo se subestima, pero que sin duda representa el mayor obstáculo para el cultivo de la quinoa en Europa y es aún más relevante que las condiciones climáticas: la latitud. Muchas de las pruebas y experimentos realizados con variedades de Quinoa Real, así como con otras variedades de latitudes bajas, han mostrado problemas relacionados con el fotoperiodo. Mi consejo para los pioneros que quieran lanzarse al cultivo de la quinoa es que estudien bien todos los aspectos, pero que tengan en cuenta y prioricen la zona (latitud) de origen de las semillas que se vayan a sembrar. Y, aspecto muy importante, tener cuidado con aquellos que garantizan semillas procedentes de bajas latitudes con excelentes resultados en Europa.