El cultivo del teff

Escribir un artículo sobre el cultivo de teff trae a la mente los primeros artículos escritos sobre quinoa, hace ya casi 10 años, cuando la quinoa, al igual que hoy el teff, era un cultivo prácticamente desconocido en gran parte del continente europeo. Unos años más tarde, podemos decir con alegría que el progreso de la quinoa europea, tanto en términos de calidad como de cantidad, ha sido ciertamente notable. Esta premisa sobre la evolución de la quinoa como alternativa cultural es simplemente un deseo de que el teff siga el mismo camino. En realidad, creemos que el potencial del teff, a nivel agronómico, puede ser incluso superior al de la quinoa tanto por su capacidad de adaptación, como por su versatilidad que permite siembras tanto de primavera como de segunda.

La época de siembra del teff va desde mediados de marzo (más al sur) hasta mediados de mayo en lo que se refiere a la siembra de primavera, las siembras más tardías (incluso de segunda), se realizan normalmente a finales de primavera, en este caso la planta necesita obviamente abundante riego.

Como se trata de una semilla muy pequeña, el lecho de cultivo debe prepararse de manera óptima. Para evitar que la semilla caiga demasiado en profundidad, se recomienda un rodillo antes de la siembra.
La siembra se puede realizar en hileras (como el trigo) o al voleo. La planta compite muy bien con las malezas al cubrir el suelo de manera uniforme.
La cantidad de semilla necesaria es, aproximadamente, de 10-15 Kg/ha, En lechos de cultivo que no estén en condiciones óptimas se aconseja una densidad mayor. La semilla debe permanecer en la superficie, 1-1,5 cm, por lo que es recomendable utilizar una mayor cantidad de semilla en suelos más gruesos.
Dado que el teff es un cereal, los mismos fertilizantes y las mismas cantidades que se usan para los cereales de paja se pueden usar para la fertilización de fondo. Es importante no excederse con el nitrógeno para evitar excesivo encamado de la planta.

Durante la fase vegetativa, el teff no requiere intervenciones especiales porque siendo una planta muy rústica, es muy tolerante a las enfermedades típicas de los cereales, se puede utilizar una grada de púas flexibles durante la fase de macollamiento para eliminar malezas y oxigenar las raíces, y una fertilización de cobertura sin exagerar con nitrógeno para evitar encamado. Si se cultiva en segunda, se requiere riego para mantener la humedad en el suelo.

El teff, como todos los cereales de paja, se cosecha con una cosechadora, aunque se pueden utilizar diferentes técnicas.
La alternativa mejor y más rápida es sin duda la cosecha clásica, en este caso es necesario no recoger el producto demasiado seco para evitar pérdidas excesivas de semilla.
En veranos especialmente húmedos, en parcelas donde hay malas hierbas (normalmente el teff no tiene problemas de malas hierbas), una excelente opción es segar la planta cuando no esté completamente seca, y luego trillarla una vez seca (con el calor del verano el tiempo entre la siega y la trilla es muy corto)